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ESPIRITUALIDAD JUVENIL SALESIANA



En el Proyecto Salesiano Tijuana A.C. compartimos el espíritu y la misión de Don Bosco, una experiencia con un tono muy especifico de juventud, por tanto, vivimos y promovemos la ESPIRITUALIDAD JUVENIL SALESIANA.


La palabra “espiritualidad” viene de “espíritu” y el espíritu es lo más hondo del ser de una persona, el espíritu da vida, hace ser lo que uno es, llena de fuerza, mueve, sostiene e impulsa a que la persona tenga “motivaciones” últimas, ideales grandes y nobles, una mística con la cual y por la cual vivir y luchar



Nuestra espiritualidad es cristiana porque relacionamos vida y nuestra historia con Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Por eso nuestros padres nos enseñaron desde pequeños a signarnos “en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” y a decir “gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo”. Porque nosotros conocimos y experimentamos a través de la experiencia de Jesús que su Padre y Dios es nuestro Padre y nuestro Dios, que él es nuestro hermano y único salvador y que el Espíritu Santo de amor y comunión de ambos que nos hace decirle a Dios: “Padre” y nos impulsa a amar a los demás como a nosotros mismos. Esto lo sabemos en la medida en que seguimos al Jesucristo del Evangelio, sus palabras y hechos, como nos lo enseña la Iglesia.


Así pues, la Espiritualidad Juvenil Salesiana (EJS), al igual que todas las espiritualidades cristianas – católicas, tiene su fundamento en la relación personal dinámica y creciente con Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, pero acentúa algunos de los valores o actitudes presentes en el evangelio. Es decir, esa relación y valores atraviesan todo, dan color y sabor a todo lo que una persona es y hace, a lo que piensa y siente, a lo que sucede y le rodea.


Esta espiritualidad nació así. Dios, que ama a los jóvenes, suscitó en Don Bosco un pastor para los descarriados, un amigo para los solitarios, un maestro para los marginados y un padre para los huérfanos y abandonados. Así, Don Bosco, dejándose guiar por el Espíritu Santo, supo mostrar en la vida cotidiana a los niños, adolescentes y jóvenes más necesitados un Dios Padre bondadoso, alegre y cercano a ellos como lo hiciera Jesús.


De esta persona suscitada por Dios, de su forma de seguir a Jesús viviendo el evangelio, nacen los núcleos de la EJS, núcleos que invitan gradualmente a la santidad al estilo de Don Bosco:


  1. Dejarse amar y encontrar por Dios y amarle y encontrarle en la vida cotidiana.

  2. Vivir siempre alegres por la certeza de que el Señor estará siempre con nosotros.

  3. Vivir en lo cotidiano una amistad fuerte y personal con Cristo, buscándolo sobre todo en los sacramentos.

  4. Experimentar en la vida ordinaria una pertenencia a la Iglesia en forma cada vez más responsable y comprometida para hacer presente el reino de Dios.

  5. En lo cotidiano, nuestro amor a Dios lo mostramos a través del amor al prójimo en forma de servicio generoso y amable en forma especial a los más necesitados

  6. Vivir imitando a la Virgen María del evangelio, experimentándola como: madre, maestra, amiga, guía y auxiliadora.


Como puedes ver, la EJS no se puede confundir ni reducir a técnicas, ritos, fórmulas o dinámicas como algunos pretenden hacer creer. Es otra cosa, y mucho más que eso: es lo más íntimo del joven cristiano que se ve impulsado a abrirse a los otros, a la realidad que los rodea y a Dios, de una forma y estilo específicos que surgen del Evangelio como lo vivió Don Bosco. Se trata de un camino y propuesta alegre de santidad, de realización plena, de auténtica felicidad.




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